

En cada página se encontrará un conjunto de objetos que comparten la misma inicial, con una excepción: un intruso que no encaja. Su misión será descubrir cuál es, fomentando así la discriminación visual y la asociación fonética. Este enfoque permite reforzar el aprendizaje de manera natural, convirtiendo la experiencia en un desafío entretenido. Además, el libro incorpora el lenguaje de signos, una herramienta inclusiva que no solo enriquece el conocimiento de los niños sobre la diversidad comunicativa, sino que también les brinda la oportunidad de familiarizarse con una forma de expresión accesible para muchas personas.