

La Faisana Feliciana está muy espabilada y vive en el bosque. Cada tarde, Feliciana atraviesa un camino para picotear unas deliciosas moras, pero siempre se encuentra con un peligro inesperado: un coche que pasa a toda velocidad. Cansada de la situación, decide tomar medidas y, con la ayuda de sus amigos del bosque, se convierte en una guardia de tránsito que ayuda a los animales a atravesar el camino de manera segura.